sábado, 14 de mayo de 2011

EL ALMA DE UN NIÑO QUE TEMÍA A LA OSCURIDAD

El panteón de Belén es un cementerio antiguo localizado en Guadalajara. Dicho cementerio fue una huerta del hospital civil, pero fue convertido en panteón en 1848. Su funcionamiento duró poco menos de 50 años, pues fue cerrado el 1 de Noviembre de 1896.

La decisión fue tomada por el Consejo Superior de Salubridad de esa época. Actualmente funciona como un museo que representa parte de la historia de Guadalajara, el cual alberga unos 900 nichos de cantera rosa.

Aunque el panteón está clausurado para eventos funerarios, sigue abriendo sus puertas al páblico, sólo con el fin de apreciar su interior. Se realizar recorridos turísticos donde muestran las tumbas y se cuentan leyendas.

Entre ellas, se cuenta la historia de un niño, el cual desde los inicios de su vida tuvo un miedo extremo hacia la oscuridad; su miedo era tan fuerte que si no había luz en el lugar donde dormía, lloraba y gritaba. Así fue hasta que el niño cumplió 5 años, edad en que falleció y fue sepultado en el panteón de Belén. Sin embargo, las dificultades siguieron, ya que el velador del panteón, cada ma;ana veía el féretro del niño fuera de su tumba, por lo que debía ser introducido de nuevo en su lugar.

También se cuenta que se veía su fantasma en la puerta del camposanto tratando de llegar a la luz de la calle.

Sus padres, ante todo esto, decidieron modificar la tumba, haciendo un féretro de piedra que estuviera en el exterior, es decir afuera, para que pudiera darle un poco de luz. Allí fue puesto el cuerpo del niño y desde ese momento todo ha estado más tranquilo. Hoy en día algunas personas depositan en esa tumba algunos juguetes para que el fantasmita pueda jugar.

Leyenda extraída del Periódico La i, no cuento con la fecha de la edición.

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